La negligencia médica es una mala praxis médica que ocasiona una lesión al paciente. De modo que reúne 3 ELEMENTOS:
- LESIÓN. Esta puede ser inmediata o no, y tanto física como moral. Por ejemplo, un mal diagnóstico que perjudique las posibilidades de curación del paciente puede considerarse negligencia médica.
- MALA PRAXIS. Se entiende como tal el apartarse del protocolo sanitario o los estándares de la profesión. Así, la mala praxis puede derivar de un descuido de la diligencia debida. Pero también de una vía de actuación que no habrían seguido otros facultativos.
- NEXO CAUSAL. Así, la lesión debe ser consecuencia de la mala praxis.
Los tres elementos deben concurrir para que se pueda hablar de negligencia médica y se despierte el derecho a una indemnización. Generalmente, para apreciar la mala praxis y el nexo causal serán necesarios los servicios de un perito médico.
Los supuestos de negligencia médica MÁS HABITUALES son:
- EXPLORACIÓN. Descarte de patologías graves por sintomatología no evidente. No realización de las pruebas médicas que requiera el estado del paciente. Omisión de tiempos de observación ante la sospecha de ciertas dolencias peligrosas. Exploraciones incorrectas o deficientes.
- DIAGNÓSTICO. Error o retraso en el diagnóstico que perjudique las posibilidades de intervención o recuperación. Interpretación incorrecta de la sintomatología del paciente. Omisión de circunstancias que puedan agravar el diagnóstico (como una eventual inmunodepresión).
- TRATAMIENTO. Falta de información sobre los fármacos recetados, o de adecuación de estos al estado del paciente. Infecciones hospitalarias o tiempos de espera excesivos en situaciones de urgencia. Cuidados inadecuados o falta de seguimiento tras una intervención o durante el tratamiento.
¿Qué hacer frente a una negligencia médica?
En primer lugar, acudir a un buen especialista en la materia, ya que se trata de reclamaciones que requieren una exquisita profesionalidad. Para el estudio del caso concreto, es imprescindible lo siguiente:
- Documentación relativa al asunto: el historial médico, recetas y partes de bajas, en su caso.
- Informe de un perito médico, quien analizará desde un punto de vista técnico la posible mala praxis cometida y las lesiones o secuelas acontecidas.
¿Qué posibles acciones judiciales se pueden plantear?
Tras el estudio del caso, nos encontramos ante 3 vías de acción posibles:
- Responsabilidad civil. Su objetivo es conseguir una indemnización. Tal indemnización incluye tanto los conceptos de lesiones y daños morales. Generalmente se dará frente a seguros y centros médicos privados.
- Responsabilidad patrimonial. Es la versión pública de la responsabilidad civil. Por tanto, se reclama frente al orden contencioso-administrativo por negligencias ocurridas en centros públicos.
- Responsabilidad penal. Solo procede en los casos más extremos, y suele buscar la inhabilitación del facultativo.
IMPORTANTE: las acciones de exigencia de responsabilidad suelen tener un plazo de ejercicio de un año desde que se determinen las consecuencias o secuelas de la negligencia. Por ello, en estos casos conviene actuar lo más rápido posible. De este modo se evitarán problemas con plazos de prescripción una vez iniciadas las actuaciones judiciales.
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