EL Estado amplía dos años más su presencia en CaixaBank, es decir, hasta 2025 y además aumenta su participación. Sin embargo, el valor actual de la participación solo cubre una cuarta parte del rescate.

11 años después del rescate, CaixaBank sigue teniendo pendientes de pago alrededor de 20.000 millones de euros. Algo bastante difícil de recuperar por parte del estado, no obstante, la entidad ha experimentado a lo largo del último año una gran subida en Bolsa, revalorizando las acciones que todavía quedan en manos del fondo del rescate financiero, FROB.

Por otro lado, debemos destacar dos noticias que afectan al futuro de la participación pública en la banca:

  •  La primera, la ampliación del calendario previsto para su salida del accionariado hasta 2025
  • La segunda, el incremento de la participación en CaixaBank. De este modo, la participación del Estado ha pasado de valer 1.939 millones a casi 5.400 millones.

CaixaBank anunció en 2022 una recompra de acciones de 1.800 millones de euros, con la finalidad de dar más dinero a los accionistas. Una vez realizada la compra, se sacan de circulación las acciones recompradas, aumentando el valor de cada una, loque se denomina, reducción de capital. Según el anuncio del consejo, CaixaBank va a amortizar casi el 7% de su capital.

El FROB se no ha realizado esta recompra y por tanto no ha obtenido dinero, sin embargo, si ha aumentado su presencia en banco, así pues, al término de la operación habrá pasado de poseer el 16,1% de las acciones al 17,3%.

La participación del estado no es algo a largo plazo y se revisa cada cierto tiempo, la primera salida, de la entonces Bankia, se planteó en 2017, cinco años después del rescate, pero ha sufrido varias modificaciones, la última se ha fijado para 2025, pero no se descarta una nueva ampliación.

Estas dos últimas noticias unidas a que CaixaBank fue la segunda compañía del Ibex 35 que más aumentó su valor el año pasado, más de un 50%. Han hecho que el valor de la participación del Estado se haya disparado en 2022 hasta los 5.400 millones, teniendo en cuenta las acciones que posee.

Esta cifra está todavía lejos del rescate Bankia en 2012, 22.000 millones de euros y los 2.000 millones de BMN, El FROB percibió los dividendos de los años siguientes, unos 1.100 millones, y desinvirtió en dos ocasiones, 2014 y 2017, sumando algo más de 2.100 millones. Así, la cifra pendiente supera todavía los 20.000 millones de euros.

A esa cifra hay que sumar los dividendos de CaixaBank. Hasta la fecha se ha beneficiado de dos repartos de beneficios, que han sumado unos 214 millones de euros, ya que el banco tiene por política repartir el 50% de sus ganancias entre sus accionistas.

El Gobierno ha destacado que ampliar el plazo de participación “persigue asegurar una mayor eficiencia en el uso de los recursos públicos, maximizando el valor de la recuperación de la participación del Estado y respondiendo así al objetivo último de proteger el interés general”. Aseguraron, además, que el proceso de desinversión “debe tener en cuenta el contexto actual de incertidumbre y elevada volatilidad en los mercados, así como el potencial de la acción de CaixaBank de seguir evolucionando de manera favorable en un entorno de tipos de interés al alza”.